Un
paradigma es un conjunto de reglas que “rigen” una determinada disciplina.
La observación y el
análisis estadístico, en la economía, los negocios, las empresas y la política llevan
a un permanente cambio de esas reglas. Los que se anticipan a los cambios son
los innovadores, aquellos que incluso cuestionan los paradigmas. Y para ello
pueden utilizar “efectos” externos:
Efecto
melancolía invernal: Una curiosa evidencia estadística
muestra como en las bolsas los rendimientos son peores en los días
nublados que en los soleados. La explicación: el tiempo afecta el humor
de las personas, que se vuelven más adversas al riesgo cuando no hay sol.
Efecto
Hava nagila: En la universidad de California, los
economistas Frieder y Subrahmanyam
descubrieron en 2003 que en los días previos a la festividad judía de
Rosh Hashaná, las acciones tienden a subir; y en cambio suelen bajar en la
previa del más solemne Yom Kipur. El estado de ánimo en Wall Street, un
lugar donde la comunidad judía es muy influyente, era la explicación facilitada
por los académicos. En la bolsa de Israel el efecto es cinco veces mayor. Saint
Patricks y su gran ingesta de cerveza es otro evento que impulsa al alza los
precios de activos.
Efecto
Halloween: En octubre, un mes particularmente
negativo en la bolsa americana, los últimos días suelen ser peores todavía. De
todas las anomalías bursátiles, esta es la que tiene una explicación más
lógica: en los EE.UU., para la época de Halloween cierran los
balances, y muchas empresas venden activos para pagar sus impuestos.
Efecto
Lunes: en Argentina el Club de Finanzas Cuantitativas de
la Universidad Di Tella analizó los datos del mercado local. Los
economistas Truppia, Calderón y Besansón
hallaron una evidencia confirmada del “efecto lunes”: ese día, los rendimientos de
las acciones suelen ser en promedio entre 9 y 46 puntos básicos menores que el
resto de la semana.
Evidentemente, éstos
son sólo algunos ejemplos de un fenómeno
psicológico que tiene un reflejo bursátil, aunque esa euforia posiblemente
pasará en poco tiempo según se asuma el verdadero peso de las noticias reales
sobre Empresas y Países, porque, a fin de cuentas, no es más que una inyección de
moral a los consumidores para que sigan comprando…en Bolsa!
Como
dijo Galbraith: “Para manipular eficazmente a la gente es necesario hacer creer
a todos que nadie les manipula”…
Mark
de Zabaleta
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