sábado, 31 de agosto de 2013

Mark de Zabaleta: La Teoría de Hubbert



La teoría del pico de Hubbert, también conocida como cenit del petróleo y anuncio del futuro agotamiento del petróleo, es una influyente teoría acerca de la caída de la producción a largo plazo del petróleo, así como de otros combustibles fósiles, y, evidentemente, la subida de precios…
Hubbert creó el modelo matemático que predice el nivel de extracción del petróleo a lo largo del tiempo. Afirma que la producción mundial de petróleo alcanzará un punto máximo y después declinará tan rápido como creció, remarcando el hecho de que el factor limitador de la extracción de petróleo es la necesidad energética y no su coste económico.
Pero como nunca se puede concretar la fecha de ese “pico de Hubbert”, cualquier tema puede ser utilizado como excusa para subir los precios del petróleo…        
De nuevo las tensiones políticas ante los riesgos de una intervención militar en Siria sirven como "soporte" para una subida de los precios del crudo. Y ello teniendo en cuenta el pequeño porcentaje que representa Siria en la producción mundial de petróleo... Poco importa a los analistas del sector, que ya "extrapolan" el riesgo de que Irán pueda bloquear el Estrecho de Ormuz como tránsito estratégico para las exportaciones de petróleo desde el golfo pérsico.
Y ello teniendo en cuenta  que el nuevo Presidente Iraní desde el 3 de Agosto de 2013, Hasán Rouhaní, sea un islamista moderado que anunció la reactivación económica del país gracias a una diplomacia más realista para sus intereses...
En 1971, Hubbert usó las estimaciones de las reservas mundiales de crudo para predecir el pico global del petróleo. Echó mano tanto de las previsiones más optimistas como de las más pesimistas del momento, lo que le situó ese pico entre 1995 y el año 2000… y se ha ido corrigiendo la fecha, pero nadie puede concretarla…de momento!
Ya saben lo que dijo Galbraith: “hay dos clases de economistas, los que no saben nada y los que no saben ni eso”.
¡Pero con Siria ya se pueden subir los precios!

Mark de Zabaleta

sábado, 24 de agosto de 2013

John Stuart Mill (1806-1873) ya era pre-Keynesiano…por Mark de Zabaleta



Stuart Mill fue un filósofo, político y economista inglés representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo.
La libertad social según Mill consistía en poner límites al poder del gobernante, de tal forma que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus propios intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño para la sociedad… lo que denominó como la “tiranía de la mayoría”.
Siendo utilitarista, sostiene que uno debe actuar siempre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas, dentro de lo razonable.
Quizá su más clara ruptura con la ortodoxia de la economía clásica fue en la cuestión del Papel Económico del Estado. Subrayó la importancia económica “civilizadora” del Estado como propulsor de mejoras en los servicios educativos, sociales y culturales…
Y una importante función estabilizadora, siendo bueno que el Estado recogiera, por medio de los impuestos, una parte creciente de los fondos invertibles y la utilizara para financiar proyectos socialmente beneficiosos.
John Stuart Mill no veía un Estado dictatorial en su versión del socialismo: pensaba más en Instituciones Cooperativas Voluntarias y de Coparticipación entre el Capital y el Trabajo…
Mucho antes que el New Deal de Roosevelt y la Teoría General de Keynes ya estaban escritas sus ideas…


Mark de Zabaleta

miércoles, 21 de agosto de 2013

David Ricardo, por Mark de Zabaleta



David Ricardo (1772-1823) comenzó a trabajar con 14 años en la Bolsa de Londres. Se especializó en los valores públicos, y a sus 40 años ya tenía una fortuna respetable.  Tras leer a Adam Smith comenzó a publicar sus ideas sobre el tema del dinero.
En 1817 aparecieron sus “Principios de economía política y tributación”. Este libro le situó como el principal analista económico de su tiempo. Cuando entró como diputado en el Parlamento se le consideró como el profesor en economía de la Cámara de los Comunes.
Ricardo señaló el trabajo como común denominador crucial en todas las líneas de producción y apoyó el libre comercio de los productos agrícolas, desarrollando la “Teoría de la ventaja comparativa”: comparando las cantidades del factor trabajo necesario para obtener los bienes en distintos países. Cada país podría especializarse en la producción de aquel bien en que tuviera una ventaja comparativa.
Estaba claro que para Inglaterra sus intereses nacionales mejoraban cuando las importaciones se concentraban en productos agrícolas, ofreciendo a cambio las manufacturas británicas. Ricardo abogaba por la abolición de las Leyes de Cereales (proteccionistas de los terratenientes ingleses y su producción de trigo)
Este comercio internacional requería de un sólido sistema financiero. Según Ricardo, el sistema monetario nacional debería regularse para evitar la desorganización de la división internacional del trabajo.
La emisión (fabricación) de billetes en un país amenazaba su posición comercial. Más dinero con los mismos bienes suponía un aumento de los precios…luego las exportaciones serían menos competitivas y las importaciones más atractivas.
Ricardo apostó por una alternativa “bullonista” y mantuvo que la oferta monetaria interna debería ajustarse estrictamente con la reserva de oro del país.
En una forma embrionaria, David Ricardo resumió la teoría del patrón –oro.
Al final de su vida, y a pesar de haber criticado duramente a los terratenientes, Ricardo invirtió en tierras la mayor parte de su fortuna.
Mark de Zabaleta

viernes, 16 de agosto de 2013

Porqué hay que volver a Keynes…Reinventado



En 2007, el mercado de las hipotecas de alto riesgo empezó a desmoronarse, lo que indicaba que “el experimento de varias décadas de duración consistente en permitir que unos mercados apenas controlados generasen crecimiento y prosperidad había fracasado”.
Y siempre se vuelve  a la polémica entre John Maynard Keynes y Friedrich Hayek, polos opuestos del pensamiento sobre la política económica: Keynes suele ponerse como ejemplo de defensor de la intervención gubernamental  en los mercados, mientras que Hayek está considerado el defensor del capitalismo liberal…
Ambos alcanzaron su máxima proyección en la posguerra de la Primera Guerra Mundial. Vivieron el auge económico de los años veinte y la Gran Depresión y llegaron a opiniones radicalmente distintas sobre si era correcto permitir que el capitalismo de libre mercado siguiera su evolución sin control.
Keynes estudió que los mercados no generarían automáticamente el pleno empleo y que durante las crisis económicas podría haber largos periodos de paro a gran escala. Sostenía que el Gobierno tenía el deber de aliviar el sufrimiento de los parados aumentado la demanda agregada de bienes y servicios.
“No hacemos nada porque no tenemos el dinero necesario”, decía Keynes en 1930 a un comité gubernamental que investigaba las causas de la crisis económica. “Pero es precisamente porque no hacemos nada por lo que no tenemos dinero”.
Hayek llegó a una conclusión muy diferente. Tras la Primera Guerra Mundial,  la hiperinflación castigó la economía austriaca e hizo desaparecer los ahorros de millones de personas. Esta experiencia, volvió a Hayek inflexible “con quienes defendían la inflación como cura para una economía en quiebra”. Y llegó a creer “que quienes defendían los programas de gasto público a gran escala para acabar con el paro estaban incitando no solo una inflación incontrolable sino también a la tiranía política”.
La actual situación en Europa, en la zona Euro, demuestra que, al igual que el BCE y las lecciones de Economía Alemanas, Hayek estaba equivocado…y, de hecho, la intervención de los gobiernos USA y Japón combinando medidas monetarias vía sus Bancos Centrales y una positiva política fiscal son un modelo a seguir para superar la Crisis…
Lo dijo claramente Keynes: Lo esencial del sistema capitalista puede ser preservado si se hacen las reformas necesarias, pero un capitalismo no regulado es incompatible con el mantenimiento del pleno empleo y la estabilidad económica.
Mark de Zabaleta

domingo, 11 de agosto de 2013

Mariano el Lacónico…



Se llama lacónico a quien, como los antiguos laconios, es sumamente parco en palabras.
Laconia (Lacedemonia) fue en la Antigua Grecia una parte del Peloponeso cuya ciudad más importante fue Esparta.
Los laconios o espartanos se dedicaban casi exclusivamente a la guerra, lo que les exigía una educación militar estricta desde la infancia.
Suele usarse el adjetivo “espartano” con el significado de “estricto, austero, sobrio, firme, duro”.
Su educación no contemplaba las artes ni las letras o la oratoria como en el caso de los atenienses, por lo que eran prácticamente analfabetos.
Eran tan parcos al hablar que no se entendían con sus vecinos…
Posiblemente la historia se repite, pero con distinto reparto.
Mariano es parco en  palabras, porque cada vez que habla convence menos sobre la dudosa capacidad de este Gobierno para conseguir la recuperación económica…y acabar con el paro.
Y aunque la renta disponible de las familias no deja de menguar es capaz de exigir unas “espartanas” medidas de austeridad y recortes…cuando al mismo tiempo tiene mucho que explicar sobre la financiación del partido que preside, los sobre/sueldos y la corrupcióny las expectativas de los inversores no son buenas!
Para Keynes la eficacia marginal del capital era una cuestión de expectativas, ¿Tenemos expectativas…o sólo nos queda pensar que a largo plazo todos muertos?
La estrategia espartana para el pueblo no es la solución…y no se puede dar la callada por respuesta!

Mark de Zabaleta